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AGRICULTURA / for AGRONED ON LINE/ E.Guerra V. Sancho F. Villavicencio

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PREVISION

1. INTRODUCCIÓN  Previsión meteorológica, ciencia cuyo objeto es estimar por anticipado los cambios que experimentará la circulación atmosférica y el tiempo que ello causará en cada región. En el mundo hay grandes extensiones no expuestas a variaciones en las pautas de lluvia, insolación, viento y precipitación. Sobre los desiertos no llueve casi nunca y casi todos los océanos tropicales están barridos por vientos llamados alisios que experimentan muy pocas variaciones de un día a otro. No obstante, el tiempo depende en todas las regiones del mundo de la circulación general de la atmósfera, y para hacer previsiones meteorológicas con un margen de uno o dos días es preciso adoptar una perspectiva global.

El clima influye en casi todas las actividades humanas. Determina la ropa que usamos, las casas que construimos, las rutas que siguen los aviones y las mejores épocas para sembrar, tratar con insecticidas o cosechar los productos cultivados; influye también en la demanda de energía. Incluso puede suponer un riesgo para la vida, como saben los navegantes y montañeros, que raramente parten sin informarse de la última previsión meteorológica. Sin duda, la mayor exactitud lograda en los últimos años ha contribuido a salvar muchas vidas.

2. CAUSAS DEL CLIMA  
A medida que la Tierra describe su órbita en torno al Sol, la inclinación del eje hace que un hemisferio (el que se encuentra en verano) reciba mucha más energía solar que el otro (que se encuentra en invierno). Asimismo, las regiones ecuatoriales, con el Sol casi en vertical, reciben siempre más calor que ningún otro lugar. La circulación general de la atmósfera redistribuye este calor desigualmente repartido transportándolo hacia los polos y trayendo desde allí corrientes frías. Sin esta circulación, las regiones ecuatoriales se calentarían por encima del punto de ebullición del agua, mientras que las árticas serían mucho más frías que ahora. En el conjunto del planeta, el calor solar recibido se equilibra con la radiación reflejada hacia el espacio, cuya intensidad es mucho más uniforme en todas las regiones del globo; su efecto se deja sentir con mayor intensidad en las noches claras y en calma en las que baja súbitamente la temperatura.


La principal fuerza motriz del clima es la radiación solar, seguida en cuanto a importancia por la energía de la rotación. La Tierra rota una vez cada 24 horas sobre su propio eje, que pasa por los polos; este movimiento sólo es apreciable por el movimiento aparente del Sol, la Luna y las estrellas. Debido a esta rotación, la superficie terrestre se mueve hacia el este mucho más deprisa cerca del ecuador que a latitudes más elevadas. Cuando el aire caliente de las regiones ecuatoriales se eleva y fluye hacia los polos, su impulso genera en las capas de la atmósfera vientos poderosos dirigidos en gran medida hacia el oeste. Estos chorros, que suelen ser bastante estrechos, describen bucles de forma variable en torno a cada uno de los hemisferios y provocan el desarrollo y la atenuación de grandes sistemas meteorológicos, como las bajas presiones y los anticiclones. De esto se desprende que cualquier método de previsión que se extienda más allá de uno o dos días debe tener en cuenta las grandes transferencias de energía que generan estos vientos de las capas superiores de la atmósfera.

La previsión meteorológica se basa en el conocimiento del desarrollo y la evolución de estos sistemas atmosféricos. La primera condición básica es averiguar lo que ocurre en el momento presente. Para elaborar previsiones con una validez de una o dos horas bastan en muchos casos los datos locales. Pero si se pretende cubrir más de dos días es necesario hacer observaciones globales. Estas observaciones se hacen en tierra y en el mar, en la superficie y en las capas altas de la atmósfera. Muchas son mediciones directas hechas con instrumentos tradicionales, pero cada vez se obtienen más datos a distancia, con ayuda de radares y satélites. La información se recoge en todos los países del mundo, se comprueba, se representa en mapas y se almacena en ordenadores o computadoras.

3. PREVISIÓN METEOROLÓGICA TRADICIONAL  
Hasta la década de 1960 y la generalización del uso de los ordenadores, las previsiones se elaboraban manualmente. Los especialistas analizaban las posiciones e intensidades de los sistemas meteorológicos valiéndose de observaciones representadas en mapas. Su movimiento y evolución se predecía en función de la velocidad media de las corrientes altas que les afectaban, considerando los cambios probables de tales corrientes. Las intensidades se modificaban teniendo en cuenta si la pauta de vientos reinante a altitudes elevadas provocaba una extracción neta de aire, lo que a su vez determina una disminución de la presión en superficie, o lo contrario. Los métodos eran básicamente gráficos y cualitativos, y resultaba en particular difícil determinar de dónde vendrían nuevos sistemas. Las previsiones eran útiles hasta un límite de unas 24 horas, y a partir de ahí perdían exactitud rápidamente. Las previsiones para un día hechas en la década de 1960 eran más imprecisas que las elaboradas ahora para tres días.

4. LA PREVISIÓN METEOROLÓGICA EN LA ACTUALIDAD  
Hace tiempo que se ha aceptado que la única forma segura de elaborar previsiones meteorológicas útiles de más de un día de validez es la llamada predicción meteorológica numérica o NWP (Numerical Weather Prediction). El fundamento de la NWP es el conjunto de ecuaciones matemáticas que rigen el comportamiento de la atmósfera. El primer intento de NWP lo realizó Lewis Fry Richardson en 1922 y fracasó porque carecía de datos suficientes y de ordenadores, aunque demostró que el método era viable. La primera previsión experimental elaborada de esta forma se hizo en la Universidad de Princeton en 1950 y se basó en un conjunto simplificado de ecuaciones correspondientes a un modelo de la atmósfera con un solo nivel. La previsión para 24 horas tardó en calcularse un día entero. Las continuas mejoras del modelo matemático y el enorme incremento de potencia de los ordenadores ha establecido la NWP como fundamento de la previsión meteorológica en todo el mundo.


Las leyes físicas y las ecuaciones matemáticas que gobiernan el movimiento de los fluidos se conocen bien desde hace más de un siglo. Incorporan principios de conservación de momento, masa, energía y agua y tienen en cuenta las leyes de la mecánica aplicadas a un fluido en una esfera en rotación, así como leyes de termodinámica, radiación y comportamiento de los gases. Se conocen el tamaño de la Tierra, su velocidad de rotación, la geografía y la topografía, así como las variaciones diarias y estacionales de la radiación solar incidente. Otros factores que deben tenerse en cuenta son la reflectividad de la superficie (albedo), los fenómenos de fusión y evaporación, la presencia de nubes, la lluvia, el rozamiento y las temperaturas oceánicas. Muchos de estos factores varían durante el periodo cubierto por la previsión y deben actualizarse.

El complejo conjunto de ecuaciones no se puede resolver directamente para toda la atmósfera, y se adapta para distintos puntos, cada uno de los cuales representa un área de la superficie terrestre. El modelo se aplica a una extensa matriz de puntos que se proyecta como una retícula en el modelo de la atmósfera. Cada punto abarca varios niveles atmosféricos y puede considerarse como una pila de parcelas de aire, cada una de las cuales representa un nivel determinado sobre el área de un cuadro de la retícula.

Uno de los más potentes modelos de NWP utilizados en la actualidad es el llamado Modelo Global, de origen británico; está formado por 288 puntos situados en 217 círculos de latitud con 19 niveles cada uno. El resultado de todo ello es un conjunto de ecuaciones que es preciso resolver para más de un millón de parcelas de aire con el fin de hacer que el modelo avance un paso en el tiempo. Cada previsión parte de una primera hipótesis del estado inicial de la atmósfera que se basa en una previsión a corto plazo tomada de una ejecución previa del modelo y ajustada con ayuda de millares de observaciones procedentes de todo el mundo. El modelo avanza en pasos de tan sólo unos diez minutos, porque los cambios que sufre una parcela afectan a sus vecinas. Este "paso de tiempo" se repite hasta cubrir el periodo de previsión deseado. Una previsión para 24 horas exige más de un billón de cálculos y en la actualidad se completa en aproximadamente cinco minutos. Los grandes sistemas de NWP se perfeccionan continuamente a medida que mejora el conocimiento de la atmósfera, aumenta la potencia de cálculo y avanzan las técnicas matemáticas.

El espaciado de la retícula o resolución horizontal del modelo descrito es de unos 100 kilómetros. Es un elemento importante, porque determina la magnitud mínima de la perturbación atmosférica que el modelo es capaz de predecir. Ni siquiera los modelos de mayor resolución sirven para predecir un chubasco o una tormenta con toda exactitud, aunque sí son capaces de señalar las áreas en las que podrían producirse estos fenómenos. También es importante la resolución vertical del modelo, porque con frecuencia se producen variaciones importantes de los vientos y la humedad que abarcan profundidades inferiores a 1 km, sobre todo cerca de la superficie terrestre y en las capas más altas de la atmósfera. Por ello los niveles del modelo están desigualmente espaciados, y se acercan unos a otros en las capas altas y bajas de la atmósfera.

Para aumentar el detalle en un área de interés pequeña se puede anidar un modelo de resolución superior dentro del Modelo Global. Se evita así la multiplicación de cálculos que resultaría de colocar miles de nuevos puntos sobre todo el globo.

Pero los hombres del tiempo todavía cumplen una función importante, pues deben compensar las insuficiencias del modelo, tener en cuenta la información de última hora y valerse de su experiencia para aumentar el detalle y la utilidad de las previsiones.

5. EVOLUCIÓN FUTURA DE LA PREVISIÓN METEOROLÓGICA  
Las previsiones continuarán perfeccionándose gracias al mejor conocimiento de la atmósfera, al refinamiento de los modelos de NWP y al aumento de la potencia de los ordenadores. Es esencial disponer de más observaciones mundiales de alta calidad. Para elaborar previsiones con un alcance superior a cuatro o cinco días quizá sea necesario superponer las calculadas por varios modelos de NWP a partir de condiciones iniciales ligeramente distintas. El grado de coherencia de los resultados permitirá asignar probabilidades a cada previsión y superar así los límites de las previsiones definitivas.

6. PREDECIBILIDAD Y CAOS  La atmósfera está en perpetuo cambio. Teoría, experimentación y experiencia sugieren que puede no haber ningún estado atmosférico en el cual los principales sistemas de vientos permanezcan fijos en una misma posición. Hay que añadir que afortunadamente, porque si las depresiones siguiesen siempre la misma ruta, las áreas afectadas se inundarían y en el resto no habría más que desiertos.

Un modelo perfecto, el conocimiento completo del estado inicial de la atmósfera y un método de cálculo exento de errores tampoco permitirían elaborar previsiones exactas con un alcance superior a una semana o dos. Hay pruebas abrumadoras de que la atmósfera es intrínsecamente inestable frente a irregularidades que actúan a pequeña escala. Así, una tormenta aislada puede afectar a la evolución y la trayectoria de una gran depresión; a su vez, la tormenta podría haberse formado bajo la influencia de una insolación breve. Esto significa que, aunque los grandes sistemas meteorológicos admiten previsiones con un margen de hasta unos siete días, nada indica que sea posible elaborar previsiones detalladas más allá de este horizonte.


La circulación atmosférica puede considerarse como una combinación de dos tipos distintos de sistemas. La rueda de una ruleta obedece básicamente al azar, porque diferencias mínimas del avance de la bola, mucho menores de lo que es posible medir, ejercen una influencia enorme en el resultado. Por el contrario, una bola arrojada a un plato sometido a un movimiento de rotación estable oscilará siguiendo una trayectoria previsible; se habla en este caso de movimiento determinístico. La atmósfera es en parte determinista y en parte aleatoria, y a esto se llama sistema caótico. Las oscilaciones de las poderosas corrientes de chorro de las capas altas de la atmósfera pueden mantenerse invariables durante muchos días, mientras los sistemas meteorológicos se desarrollan, evolucionan y se atenúan con regularidad. Súbitamente, la pauta de las corrientes altas cambia un poco y las trayectorias que siguen las depresiones se alteran por completo o quedan estacionarias. Zonas expuestas durante días al viento y la lluvia sin apenas descanso pasan a encontrarse bajo los cielos claros de un anticiclón.

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