VINOS NAVARRA OLITE / BODEGA SAN MARTIN/OLITE
En la cultura del vino las últimas tecnologías están sobre : Metabolismo, genética, y biotecnología de levaduras enológicas
(Microwine)
Vinos
& Bodegas :La tradición vitivinícola en España es milenaria; no en vano, la fertilidad y variedad de sus suelos y
el clima benévolo del que disfruta hicieron posible que se desarrollara en su territorio una ancestral cultura del vino que
ha marcado el folclore de muchas comarcas no sólo de España, sino de toda la Península Ibérica.
Bodegas : Precisamente, esta cultura vitivinícola ha hecho posible la existencia de una gran variedad de vinos españoles,
cada uno de ellos marcado con una personalidad distinta. Por otro lado, la calidad del producto final, tras una exigente selección
de la uva, un esmerado proceso de cultivo de viñas y una cuidadosa elaboración, es la responsable de que los caldos españoles
se encuentren entre los más apreciados del mundo.
Bodegas :Con el fin de regular la calidad de la extensa variedad de vinos producidos
en España, se hizo necesario reglamentar éstos con una serie de Denominaciones de Origen que los protejan y regulen su producción
bajo unos estrictos criterios de selección y elaboración, del mismo modo que se regulan aquellos productos autóctonos de determinadas
regiones que alcanzan los mayores niveles de calidad y que están no sólo regulados bajo una Denominación de Origen, sino con
otras figuras protectoras como las Denominaciones Específicas y las Denominaciones Genéricas. Bodegas :El concepto de Denominación
de Origen se aplica a los productos autóctonos, de características peculiares y diferenciadas, referidos a una zona geográfica
de la que toma el nombre, por ser este medio geográfico el que incide y otorga las peculiaridades al alimento, diferenciándole
de otros semejantes.Bodegas : En el caso de las Denominaciones Genéricas y Específicas, el rasgo de selección no es el geográfico,
sino la forma de elaboración, la materia prima o la naturaleza, aunque a veces tienen nombre geográfico por ser con éste con
el que son conocidos.
Bodegas : En la actualidad existen en España 53 zonas vinícolas que gozan de la Denominación
de Origen (DO), además de una Región Delimitada de Producción, la del cava. Para que un vino pueda ser amparado por una Denominación
de Origen es necesario que haya sido producido y elaborado en la zona de producción de esa denominación; Bodegas :cada Denominación
establece unos reglamentos que establecen los tipos de cepas que pueden cultivarse en cada una de ellas, la forma más adecuada
de poda de las viñas, los límites de producción de cada variedad y, en definitiva, la reglamentación del cultivo, la elaboración
y crianza de los vinos, para que lleguen en óptimas condiciones al consumidor, con todas las garantías que pueda exigir a
cada Denominación. Precisamente, los vinos que están amparados por las distintas Denominaciones son aquellos que cumplen la
normativa comunitaria de "vinos de calidad producidos en regiones determinadas" (identificados con las siglas V.C.P.R.D.),
a la que se acogió España una vez llevado a efecto su ingreso en la Comunidad Económica Europea.
Bodegas : El "vino de calidad" cumple una serie de cualidades y características,
entre las que se pueden mencionar: no presentar ningún defecto, tener personalidad, no haber sido objeto de manipulaciones
extrañas y presentar unas mínimas características positivas de aroma, aspecto agradable y gusto franco. Las cualidades determinantes
de todo buen vino hacen referencia a la armonía y equilibrio de las distintas sustancias aromáticas, de los sabores dulces
y ácidos, y de cuerpo y finura. El vino está en continua evolución dentro de los recipientes que lo contienen, como barricas
y botellas; y cambia también al olerlo y degustarlo, al liberar todos sus aromas y matices.
Bodegas :Los vinos con Denominación de Origen (DO) están identificados con un sello
o logotipo en la botella que los distingue. Según exigencias de la Comunidad Europea, todos los que no sean reconocidos ni
clasificados como VCPRD recibirán el calificativo de Vino de Mesa (VdM), que suelen ser vinos que, a pesar, en muchos casos,
de su buena calidad, no se ajustan a la normativa de las distintas Denominaciones o introducen mezclas de distintas regiones
en su elaboración.
Bodegas :A esta distinción hay que añadir la de los Vinos de la Tierra (VdlT), que son vinos de una región demarcada que aún
no poseen la categoría de Denominación de Origen, a pesar de tener un carácter propio e identificable con su región; y el
Vino Comarcal (VC), con una calidad inferior a la anterior.
Bodegas : Dentro de los "vinos de calidad" cabe también distinguir dos subgrupos:
los licores (V.L.C.P.R.D.) y los espumosos (V.E.C.P.R.D). Por último, existe una categoría denominada Denominación de Origen
Calificada que se otorga a aquellos caldos que poseen una larga tradición de calidad; en España, el único que vino que es
merecedor de tal calificación es el vino de la Denominación de Origen Rioja.
Bodegas : Denominaciones de Origen en España: clasificación por comunidades autónomas
Bodegas : La Denominación de Origen comprende las zonas vinícolas de Andalucía, Aragón,
Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja,
País Vasco y Comunidad Valenciana.
Bodegas : -En Andalucía existen cuatro Denominaciones: Condado de Huelva, que
produce blancos secos de graduación poco elevada; Jerez-Xérèx-Sherry y Manzanilla-San Lúcar de Barrameda, que distingue
los tipos fino (donde se incluye la variedad manzanilla), amontillado, oloroso y dulce
(donde se incluyen la variedad Pedro Ximénez y el moscatel); Málaga, que produce vinos dulces; y Montilla-Moriles,
que produce vinos olorosos.
Bodegas : -En Aragón se dan cuatro Denominaciones: Calatayud, donde se elaboran
vinos tintos, blancos y rosados; Campo de Borja, que produce vinos tintos y rosados; Cariñena, donde son propios
los vinos jóvenes; y Somontano, con vinos tintos y rosados.
Bodegas : -En Baleares se da la Denominación Binissalem, que produce vinos
tintos, rosados y blancos.
Bodegas :-En Canarias se dan ocho Denominaciones: la Denominación El Hierro,
que produce blancos, rosados y tintos intensos; La Palma, que produce su famoso y exquisito vino de malvasía; y Lanzarote,
con buenos blancos, rosados, tintos y licores elaborados con uva malvasía; además de las cinco denominaciones de la isla de
Tenerife, a saber: Abona, que produce vinos blancos; Tacoronte-Acentejo, con personalísimos y afrutados tintos
jóvenes; Valle de Güímar, con blancos, malvasías y vinos de licor de gran personalidad, además de tintos jóvenes y
rosados; Valle de la Orotava, con suaves blancos y amables tintos; e Ycoden-Daute-Isora, con ligeros blancos,
rosados y tintos.
Bodegas :-En Castilla-La Mancha se dan cinco Denominaciones: Almansa, que produce
vinos tintos; La Mancha, que elabora blancos, tintos y rosados; Méntrida, con tintos y rosados; Mondéjar,
que produce blancos, tintos y, en menor medida, rosados y claretes; y Valdepeñas, con blancos y tintos.
Bodegas :-En Castilla y León se dan cinco Denominaciones: Bierzo, donde se
producen vinos blancos, rosados y tintos de destacada personalidad; Cigales, donde se elaboran rosados; Ribera del
Duero, que produce tintos; Rueda, donde se dan blancos y espumosos; y Toro, donde se producen los tintos
recios.
Bodegas :-En Cataluña se dan hasta nueve Denominaciones: Alella, donde se producen
vinos blancos y tintos de crianza; Conca de Barberá, donde se producen vinos blancos, rosados, tintos y espumosos;
Costers del Segre, donde se elaboran blancos, rosados y tintos; Ampurdán-Costa Brava, con rosados, tintos jóvenes
y cavas; Penedès, con blancos y cavas; Pla de Bages, que produce blancos, rosados y tintos; Priorato,
con tintos robustos; Terra Alta, con blancos recios y tintos de mucha capa; y Tarragona, con blancos y tintos.
Bodegas :-En Extremadura se da una Denominación de Origen, la Ribera del Guadiana,
que produce vinos blancos, rosados y tintos, tanto jóvenes como de crianza, en seis subzonas distintas.
-En Galicia se dan cinco Denominaciones: Monterrei, con vinos blancos y tintos
frescos; Rías Baixas, con vinos blancos (especialmente el excelente albariño) y, en menor medida, tintos; Ribeira
Sacra, con tintos jóvenes y blancos; Ribeiro, con vinos blancos y algunos tintos de mucha capa; y Valdeorras,
con vinos blancos y tintos.
Bodegas :-La Denominación Vinos de Madrid produce vinos blancos y tintos en
las subzonas de Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias.
Bodegas :-En Murcia (aunque colindando con Albacete) se dan tres Denominaciones: Bullas,
que produce sobre todo vino rosado; Jumilla, que produce vino tinto; y Yecla, que produce también vino tinto.
-La Denominación Navarra produce tintos y rosados.
Bodegas :-La Denominación Rioja, la única Calificada, produce, sobre todo,
tintos y algunos blancos en sus tres subzonas: Rioja Alta, Rioja Baja y Rioja Alavesa.
Bodegas :-En el País Vasco se dan dos Denominaciones: la Denominación Chacolí de
Vizcaya-Biskaiko-Txakolina, que produce tintos, rosados y, sobre todo, blancos de aroma frutal; y la Denominación Chacolí
de Getaria-Getaria-Txakolina, que produce tintos y blancos frescos aromáticamente muy particulares. Debe destacarse que
parte de la producción riojana, la correspondiente a la Rioja Alavesa, se elabora dentro del territorio del País Vasco.
Bodegas :-En la Comunidad Valenciana se dan tres Denominaciones: Alicante,
con vinos tintos, rosados, blancos y vinos de licor; Utiel-Requena, con tintos y rosados; y Valencia, con mucha
variedad de vinos tintos, blancos y vinos de licor.
Bodegas : Vinos con denominación de origen en España
Abona
Bodegas : La D.O. Abona está situada en la vertiente meridional de la isla de Tenerife,
en el archipiélago canario, y comprende los municipios de Adeje, Arona, Vilaflor, San Miguel de Abona, Granadilla, Arico y
Fasnia. La superficie de viñedo inscrito ocupa una extensión de más de 1.000 ha localizadas en los planos inclinados que descienden
desde el macizo del Teide hasta la rasa costera. Se distinguen dos zonas de cultivo: una de medianías, desde los 400 a los
800 m de altitud, donde las vides crecen en un terreno volcánico muy poroso, calcáreo y de elevada higroscopicidad, capaz
de absorber la humedad del ambiente; y otra alta, que alcanza los 1.700 m de altitud (algo verdaderamente insólito para el
cultivo de la vid), en el municipio de Vilaflor, donde el terreno es arcilloso. Bodegas : El clima, de influencia mediterránea
suave, seco y soleado, permite unas extraordinarias condiciones de sanidad que hacen prácticamente innecesarios los tratamientos
fitosanitarios.
Bodegas : El vino de Abona está regulado por el Reglamento O.M. 6-9-96, BOE. 19-9-96.
Produce vinos blancos, con cuerpo y sabrosos, además de algunos tintos y rosados, elaborados con uvas blancas bermejuela,
gual, malvasía, moscatel y verdello como variedades principales, y bastardo blanco, forastera blanca, listán blanca, pedro
ximénez, sabro, torrontes y vijariego; y tintas listán negro, moscatel negro y negramoll como variedades principales, y bastardo
negro, malvasía rosada, tintilla y vijariego negro.Bodegas : La gradación alcohólica de los tintos es de, como mínimo, 11,5º;
los rosados de 11º mínimo; los blancos de 10,5º mínimo; y los dulces clásicos y los vinos de licor de 15º mínimo. La crianza
de los vinos de Abona se realiza durante dos años, con un período mínimo de seis meses en envase de roble.
Alella
Bodegas : Caldos naturales de la localidad de Alella,
situada al norte de Barcelona, junto al Mediterráneo, en la que los viñedos ocupan una superficie de 350 ha sobre terrenos
arenosos de origen granítico. Es una región de clima suave durante todo el año, con una temperatura media de 15º C y con precipitaciones
en otoño y primavera.
Bodegas : El vino de Alella está regulado por el Reglamento O.M. 16-XI-76, BOE 22-XII-86.
Produce vinos blancos (afrutados y aromáticos), rosados y tintos de crianza, elaborados con variedades de uvas autorizadas
blancas xarel-lo o pansá blanca, pansá rosada y garnacha blanca; y tintas ull de llebre (tempranillo), garnacha tinta y garnacha
peluda. Los vinos de Alella tienen una crianza mínima de dos años, uno de ellos al menos en barrica de roble.
Alicante
Bodegas : En la provincia de Alicante están situados los cultivos de vides de esta
Denominación que ocupan una superficie de 34.000 ha, en terrenos que registran escasas precipitaciones a ambos lados del río
Vinalopó, sobre todo en las localidades de Villena y Monóvar.
El vino está regulado por el Reglamento O.M. 24-VI-87 BOE 7-VII-87. Produce vinos
blancos, secos, semisecos y dulces de 11º; rosados y tintos, secos, semisecos y dulces de 12º; tintos de doble pasta de 12º;
vinos de licor rosados y tintos de 15º; vinos de licor moscatel de 15º; y fondillón de 16º. Son elaborados con variedades
de uvas tintas autorizadas como monastrell, garnacha y bobal; y blancas merseguera, moscatel romano y verdel. Los vinos de
Alicante tienen una crianza de al menos dos años, uno de ellos en toneles de roble y con crianza tradicional de escala de
soleras de ocho años.
Bodegas : Los vinos tintos tienen un alto contenido alcohólico y, al envejecer, adquieren color rojizo y suave paladar; el
tipo fondillón, característico también de la zona, es un vino de licor viejo y de gran intensidad aromática. A éstos hay que
añadir los producidos en la subzona “La Marina”, con exquisitos vinos de licor que tienen como base la variedad
moscatel. Los vinos tintos, rosados y los de doble pasta están obligados a incluir en su composición un 80% de uva monastrell
para poder tener la Denominación de Origen Alicante.
Almansa
Caldos naturales de los municipios de Ayora, Almansa y Chinchilla. Es una región de clima riguroso, semiárido,
seco y continental, con escasas precipitaciones; los inviernos son muy fríos, mientras que los veranos son muy cálidos. Los
viñedos se extienden en un área de 10.000 ha en suelos calizos situados a unos 700 m de altitud.
El vino de Almansa está regulado por el Reglamento O.M. 19-V-75, BOE 1-VIII-75. Produce
vinos tintos, rosados y blancos; los tintos tienen una graduación mínima de 21º, los rosados de 12,5º y los tintos de 12º.
Están elaborados con variedades de uvas blancas merseguera y tintas monastrell o garnacha tintorera (con las que se elaboran
vinos recios, secos y suaves, de color rojo rubí y abundante extracto). Los vinos de Almansa tienen una crianza mínima de
dos años, uno de los cuales se lleva a cabo en envases de roble.
Ampurdán-Costa Brava
Ampurdán–Costa Brava, situada junto a la frontera con Francia, en el extremo
noreste de la península, ocupa una superficie de viñedo inscrito de 5.600 ha. Es una región de clima influido por el Mediterráneo
y el Pirineo, lo que ocasiona fuertes contrastes, con una alta insolación, vientos violentos (como la tramontana) y abundantes precipitaciones.
El vino de Ampurdán–Costa Brava está regulado por el Reglamento O.M. 19-V-75,
BOE 27-VI-75. Produce vinos blancos elaborados con variedades de uvas blancas macabeo, xarel-lo y garnacha blanca (conocida
también como lledoner); los rosados y tintos se elaboran con variedades de uvas tintas garnacha y cariñena. Los blancos tienen
una graduación alcohólica de 11,5 a 13,5º; los rosados de 11,5 a 14º; y los tintos de 11,5 a 14º. Los vinos blancos y rosados
tienen una crianza mínima de un año y los tintos de dos, uno de ellos en envases de roble. Produce vinos rosados de destacada
personalidad, delicado aroma, frescos y con moderada graduación alcohólica. También se producen vinos dulces y generosos.
Los tintos, por su parte, se consumen jóvenes y son ligeramente afrutados; son conocidos popularmente como “vinovells".
Bierzo
Caldos naturales de la región de El Bierzo, en el
oeste de la provincia de León, sobre una depresión muy accidentada y una hoya tectónica rodeada por los Montes de León y la
cordillera Cantábrica, en una comarca perfectamente diferenciada. Ocupa una superficie de viñedo inscrito de 7.000 ha, cuyas
vides crecen en terrenos homogéneos situados en zonas bajas y de media ladera, con sedimentos miocénicos y cuaternarios. Es
una zona de influencia climática atlántica, ya que está abierta al SE por el valle del Sil, en la que se suman rasgos mediterráneos
que favorecen las temperaturas suaves, una alta insolación y precipitaciones abundantes.
El vino del Bierzo está regulado por el Reglamento O.M. 11-XII-89, BOE 12-XII-89.
Produce vinos tintos, rosados y blancos de acusada personalidad; los tintos y rosados tienen una graduación alcohólica de
11 a 14º, y los blancos de 11 a 13º. Son vinos elaborados con variedades de uvas tintas mencía (variedad principal que destaca
por su calidad y extensión) y garnacha tintorera; y de uvas blancas doña blanca y godello, como variedades principales, además
de malvasía y palomino. Estos vinos tienen una crianza mínima de dos años, y al menos seis meses en envases de roble. Los
vinos tintos elaborados con la variedad mencía son afrutados y muy sabrosos cuando son jóvenes, aunque con oportunas crianzas
adquieren un aroma elegante y complejo sin perder su carácter frutal, equilibrados y suaves en boca.
Binissalem-Mallorca
Binissalem-Mallorca, situada en el centro geográfico de la isla de Mallorca, se extiende
a lo largo de una pequeña extensión compuesta por cinco municipios que componen la zona de producción; ocupa una superficie
de viñedo inscrito de 500 ha cuyas vides crecen sobre terrenos calizos, pedregosos y pardos de origen cuaternario continental.
Es una región de clima mediterráneo, con inviernos suaves y veranos secos y cálidos, con una elevada insolación que favorece
el desarrollo y maduración de los frutos, y con precipitaciones medias. La viticultura tradicional de la zona, con la que
se producen vinos de acusada personalidad, goza de una larga tradición que se hace notar en la calidad de sus caldos.
El vino de Binissalem-Mallorca está regulado por el Reglamento O.M. 20-1-91, BOE 12-11-91.
Produce vinos tintos, rosados y blancos. Entre los tintos destaca el “manto negro”, un vino jugoso y elegante,
con crianza en roble, que es el que ha alcanzado mayor fama; los rosados y blancos se elaboran con la más avanzada tecnología,
que da lugar a caldos de gran calidad. Están elaborados con variedades de uvas tintas manto negro (variedad principal y autóctona),
callet, tempranillo y monastrell; y blancas moll (prensal blanc), parellada y macabeo. El vino tinto tiene una graduación
alcohólica de 11,5 a 14º; el rosado de 11 a 12,5º; y el blanco de 10,5 a 13º. Los vinos de Binissalem tienen una crianza mínima
de dos años, de los cuales al menos seis meses permanecen en envases de roble con capacidad máxima de 1.000 litros.
Bullas
La D.O. Bullas, situada en la zona noroeste de la provincia de Murcia, comprende los
municipios de Bullas, Cehegín, Mula y Ricote, y en parte los de Calasparra, Caravaca, Moratalla y Lorca. Se enmarca en el
Sistema Ibérico, y sus vides crecen en un accidentado terreno de origen terciario y cuaternario, dispuestas en planicies escalonadas
que se elevan desde los 450 m hasta, incluso, los 1.000. El clima es de tipo mediterráneo, muy matizado por la altitud de
la zona, con inviernos cortos y rigurosos y veranos largos y calurosos, y la pluviometría es escasa, con unos 450 mm anuales.
El aporte de humedad de los intensos rocíos y el refrescamiento nocturno en los meses de verano tienen una clara influencia
sobre la calidad de la uva.
El vino de Bullas está regulado por el Reglamento O.M. 5-9-94, BOE. 17-9-94. Produce
vinos tintos jóvenes y de crianza, rosados y, en menor medida, blancos; se elaboran con uvas blancas macabeo (como variedad
principal) y airén, y tintas monastrell (como variedad principal) y tempranillo (y en menor proporción cabernet sauvignon,
sirah, merlot y garnacha). La gradación alcohólica es de 12-14º en los tintos, 11-12,5º en los rosados y 10-12,5º en los blancos.
Los vinos que se someten a crianza, por el sistema de añadas (mixto en madera y botella), están un mínimo de dos años en el
proceso, de los cuales al menos seis meses permanecen en envases de roble de 1.000 l de capacidad. Los rosados, el vino más
característico, acaparan un 75% de la producción, muy apreciados en la región por su estructura, paso de boca y frutosidad.
Los tintos jóvenes, amplios, poseen carácter y son afrutados. Los vinos de crianza apenas se comercializan, aunque algo más
que los blancos, cuya producción apenas alcanza el 2%.
Calatayud
Calatayud, situada en extremo suroeste de la provincia de Zaragoza, se extiende a
lo largo de la región del valle del Ebro y está enmarcada por las formaciones montañosas que se desprenden del macizo del
Moncayo. Tiene a su alrededor una red hidrográfica formada por afluentes del río Ebro, como el Jalón, el Jiloca y otros ríos
menores. Ocupa una superficie de viñedo inscrito de 19.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos calizos, pedregosos y áridos
dispuestos en terrazas fluviales. Es una región de clima semiárido, seco, con alta insolación e inviernos fríos.
El vino de Calatayud está regulado por el Reglamento O.M. 9-11-90, BOE 21-11-90. Produce
vinos blancos, rosados y tintos con una graduación alcohólica mínima respectivamente de 10,5º, 11º y 12º. Se elaboran con
las variedades de uvas blancas macabeo, malvasía, moscatel blanco y garnacha blanca, y tintas garnacha, mazuela, tempranillo
y monastrell. Los vinos tienen una crianza mínima de dos años, permaneciendo un mínimo de seis meses en envases de roble.
Los rosados, la producción más destacable, poseen una fragancia perfumada y mantienen un buen equilibrio entre cuerpo y acidez.
Campo de Borja
Campo de Borja, situada al oeste de la provincia de Zaragoza, entre las D.O. Cariñena
y La Rioja, ocupa una superficie de viñedo inscrito de 10.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos pedregosos, sueltos, permeables
al aire y al agua y pobres en materia orgánica. Es una región de clima extremo, con inviernos fríos y veranos secos y largos.
El vino de Campo de Borja está regulado por el Reglamento O.M. 25-11-80, BOE 9-IV-80.
Produce vinos tintos y rosados, de graduación alcohólica entre 13 a 18º, elaborados con variedades de uvas blancas macabeo
y tintas garnacha. La crianza se realiza mediante añadas, en envases de roble de 50 hl de capacidad máxima y con una duración
mínima de un año. Tanto los tintos como los rosados son equilibrados, con cuerpo, afrutados y con graduación alcohólica alta;
los blancos, por su parte, poseen aromas afrutados y son de excelente calidad.
Cariñena
Cariñena, situada en el piedemonte del Sistema Ibérico, entre 500 y 850 m sobre el
nivel del mar, centra su producción en catorce municipios del sur de la provincia de Zaragoza. Sus vides crecen sobre terrenos
de escasa fertilidad, aunque muy permeables. Es una región de clima frío, seco y con temperaturas extremas.
El vino de Cariñena está regulado por el Reglamento O.M. 1-IV-90, BOE 12-VI-90. Produce
vinos tintos elaborados con variedades de uvas tintas garnacha tinta, mazuela-cariñena, tempranillo (o cencibel), juan ibáñez,
monastrell y cabernet sauvignon; y blancos con uvas viura o macabeo, garnacha blanca, parellada y moscatel romano. La graduación
alcohólica mínima es de 12º en los tintos, 11º en los rosados y blancos, 15º en los rancios, y de 15º a 22º en el licor de
la variedad moscatel romano, garnacha tinta y macabeo. Los vinos de Cariñena tienen una crianza mínima de dos años, con al
menos seis meses en envases de roble con una capacidad máxima de 10 hl. Respecto a los vinos conocidos como rancios se obtienen
a partir de vinos de graduación superior a los 15º y se someten a un envejecimiento mínimo de tres años en envases de roble.
Los vinos tintos ofrecen gran variedad: desde los jóvenes, alegres, afrutados y de bellas tonalidades rojo-violáceas; los
sabrosos, amplios y equilibrados vinos de crianza; y los elegantes reservas. Se mantiene, por otro lado, la producción de
vinos tintos tradicionales de gran capa, robustos y de elevada graduación alcohólica; y se producen también vinos rosados
afrutados y aromáticos, y sabrosos blancos de suave paladar.
Cigales
Cigales está situada al norte de Valladolid, y alcanza la provincia de Palencia, ya
que se extiende a los lados del río Pisuerga. Comprende doce términos municipales, y está limitado por los Cervados y los
montes Torzos; tiene una longitud de 30 km de largo por 15 de ancho, con una superficie de viñedo inscrito de 3.500 ha cuyas
cepas crecen sobre terrenos arenosos, calizos, de margas yesíferas reposadas sobre arcillas y gravas, formados por los sedimentos
terciarios y cuaternarios. Es una región de clima continental, con influencia atlántica, cambios bruscos de temperaturas,
inviernos crudos y prolongados, veranos muy secos y precipitaciones irregulares.
El vino de Cigales está regulado por el Reglamento O.M. 9-III-91, BOE 12-III-91. Produce
vinos rosados y tintos: los rosados, como “cigales nuevo”, de graduación alcohólica de 10,5 a 13º; el “cigales”
y “cigales crianza”, ambos con una graduación alcohólica de 11 a 13º; y tintos de graduación alcohólica de 12
a 14º. Están elaborados con variedades de uvas tintas del país, muy similares a la cepa tempranillo o tinto fino, que ocupan
una superficie de viñedo del 57%; También se utiliza garnacha tinta, cuya superficie de viñedo es del 32%. Los vinos de Cigales
tienen una crianza en bodega en envases de roble y prolongan el envejecimiento durante un plazo que no puede ser inferior
a dos años para los vinos tintos y de seis meses para los rosados. La producción media es de 35.000 hl, repartidos entre rosados
denominados “cigales nuevo”, “cigales” y “cigales crianza”, que son vinos frescos, ligeros
y de aroma floral o frutal; y tintos, elaborados con uvas garnacha tinta y tinta del país, que son vinos amplios en boca y
aromáticos.
Conca de Barberá
Conca de Barberá, situada al norte de la provincia de Tarragona, limita con Lérida,
forma parte de la depresión del Ebro y su fondo lo atraviesa el río Francolí, de acción erosiva con la que modela un gran
anfiteatro delimitado por las Sierras de Miramar, Bloque de Gayá, Tallat y el macizo de Prades; la población más importante
de la comarca es Montblanc. Crece sobre terrenos calcáreos, de origen terciario y consistencia
media y media fuerte. El medio natural de la Conca es muy homogéneo: es una región de clima mediterráneo, de influencia continental,
con inviernos fríos y veranos poco calurosos; las precipitaciones son de carácter mediterráneo y alcanzan de 500 a 550 mm
anuales.
El vino de Conca de Barberá está regulado por el Reglamento O.M. 14-XII-89, BOE 16-XII-89.
Produce vinos blancos, rosados, tintos y espumosos. Son vinos ligeros, de moderada graduación alcohólica, algo de acidez y
aroma afrutado; están elaborados con variedades de uvas blancas macabeo y parellada, y tintas garnacha, trepat y tempranillo.
Los blancos tienen una graduación alcohólica de 10 a 11º y 10 a 12º; los rosados de 10 a 12º; los tintos de 10,5 a 13º; y
los espumosos de 10,8 a 12.8º. Los vinos de Conca de Barberá tienen una crianza mínima de dos años.
Condado de Huelva
El Condado de Huelva, situado en la provincia de Huelva, está compuesto por 17 municipios,
entre los que destacan Moguer y La Palma del Condado. La Denominación
ocupa una superficie de viñedo inscrito de 18.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos sueltos, arenosos, permeables y fértiles.
Es una región de clima templado, con una temperatura media anual de 16 a 18º C, influenciada por los vientos húmedos del oeste
y suroeste, con alta luminosidad y abundantes precipitaciones.
El vino de Condado de Huelva está regulado por el Reglamento O.M. 1-VIII-79, BOE 1-IX-79.
Produce vinos blancos de graduación alcohólica de 11 a 14º, pero, sobre todo, produce sus afamados vinos generosos,
como el conocido “condado pálido” de graduación 14 a 17º, y el “condado viejo” de graduación 15 a
23º. Están elaborados con variedades de uvas zalema, palomino (listan), garrido fino y moscatel. Los vinos generosos del Condado
de Huelva tienen una crianza mínima de dos años mediante añadas o criaderas y solera, mientras que los vinos jóvenes son blancos
secos, de graduación alcohólica poco elevada y aroma afrutado. Entre los generosos destacan “condado pálido”,
de color pajizo, sometido a crianza biológica y graduación alcohólica de 14 a 17º; y “condado viejo”, de color
caoba, sometido a crianza oxidativa y graduación de 14 a 23º (pueden ser secos, semisecos, semidulces y dulces).
Costers del Segre
Costers del Segre está situada en cuatro subzonas leridanas, colindantes entre sí
y pertenecientes a la depresión del Ebro, a saber: “Raimat”, “Artesa”, “Vall de Ríu Corb”
y “Les Garrigues”; la primera de ellas, Raimat, situada al oeste de la capital leridana y limitando con Huesca,
ocupa una pequeña extensión que destaca por su excelente calidad. La Denominación ocupa una superficie de viñedo inscrito
de 6.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos secos y áridos, de alta insolación que favorece su maduración y salubridad.
Es un territorio accidentado, atravesado de este a oeste por el río Segre. Es una región de clima extremo, con inviernos severos
y prolongados que obligan a cultivar variedades de uva de ciclo largo, tales como macabeo, monastrell y cabernet sauvignon.
El vino de Costers del Segre está regulado por el Reglamento O.M. 11-V-88, BOE 17-V-88.
Produce vinos blancos de gran finura y delicadeza; tintos elegantes, complejos y equilibrados; y cavas con destacada personalidad
y riqueza de matices. Los blancos y tintos son francos y robustos, de graduación alcohólica de 9,5 a 13,5º; en el caso de
los vinos especiales, como los espumosos, es de 10,8 a 12,8º; y en el de aguja es de 9 a 11º. Se elaboran con variedades de
uvas blancas macabeo, parellada, xarel-lo, chardonnay y garnacha blanca; y tintas garnacha, ull de llebre (tempranillo), cabernet
sauvignon, merlot, monastrell, trepat y mazuela. Los vinos blancos y rosados de Costers del Segre tienen una crianza mínima
de envejecimiento de un año, mientras que los tintos sometidos a crianza tienen una duración de dos años, permaneciendo al
menos seis meses en envases de roble.
Chacolí de Vizcaya-Bizkaiko-Txakolina
La D.O. Chacolí de Vizcaya apenas alcanza una zona de viñedo inscrito de 50 ha, pero
se encuentra diseminada por toda la provincia de Vizcaya, con dos núcleos principales: uno al norte, en la zona de Baquio,
y otro en el oeste, en la zona de Balmaseda. Sus vides, cultivadas siempre en formas altas (en parrales o modernas espalderas
altas), para evitar la excesiva humedad del terreno, buscan aquellas orientaciones más favorables para su maduración (muy
escasas, de ahí lo limitado de su extensión), en terrenos con suelos de origen cretáceo, fértiles y permeables. El clima es
típicamente cantábrico, húmedo (1.100 a 1.300 mm anuales, con 120 o 150 días de lluvia al año) y de temperatura suave (con
una media de 14ºC).
El vino de Chacolí de Vizcaya está regulado por el Reglamento O.M. 2-11-94, BOE. 11-11-94.
Produce fundamentalmente vinos blancos, además de algunos tintos y rosados, todos con un mínimo de 9,5º, elaborados con uvas
blancas folle blanche y ondarrabi zuri; y tintas ondarrabi beltza. Son vinos de atractivo y característico color pajizo-verdoso,
con refrescante acidez y una aguja ligera, que deben ser consumidos en su temprana juventud, cuando despiden un intenso aroma
floral.
Chacolí de Guetaria-Getaria-Txakolina
Chacolí de Guetaria, situada en la costa de Guipúzcoa, a 30 km de San Sebastián, comprende
los viñedos de los municipios de Guetaria, Zarautz y Aia.
Ocupa una superficie de viñedo inscrito de 123 ha cuyas vides crecen sobre terrenos de margas y areniscas, bien drenados y
en tierras pardas, húmedas y calizas. Es una región de clima suave, con influencia atlántica, temperaturas medias de 13º C
y precipitaciones abundantes.
El vino de Chacolí de Guetaria está regulado por el Reglamento O.M. 6-IV-90, BOE 8-V-90.
Produce vinos blancos, rosados y tintos con graduación alcohólica de 9,5º; se elaboran con variedades de uvas blancas ondarrabi
zuri y tintas ondarrabi beltza de escaso color. Los chacolís de Guetaria son vinos blancos que tienen la particularidad de
mantenerse sobre lías después de la fermentación, lo que le proporciona su característico aroma y frescura; tienen moderada
graduación alcohólica, lo que origina un vino de acusada personalidad.
El Hierro
La D.O. El Hierro abarca toda la isla del mismo nombre, en el archipiélago canario,
y cuenta con varias zonas productoras con una superficie total de viñedo inscrito de 234 ha; destacan las subzonas del Valle
del Golfo y Sabinosa (la mayor zona de viñedo, que produce un interesante vino dulce natural), El Pinar y Echedo. El terreno
es de reciente vulcanismo, muy poroso, con un clima seco y árido, a una altitud entre los 200 y los 700 m, abrupto y con pronunciadas
pendientes (en muchas ocasiones abancalado).
El vino de El Hierro está regulado por el Reglamento O.M. 3-5-95, BOE. 17-5-95. Produce
vinos blancos, rosados, tintos, dulces naturales y vinos de licor; están elaborados con uvas blancas bermejuela (bramejuelo),
malvasía y verdello como variedades principales, y albillo, bastardo blanco (baboso blanco), breval, burrablanca, forastera
blanca, listán blanco, moscatel, pedro ximénez, torrontés y vijariego; y tintas bastardo negro (baboso negro) y negramol como
variedades principales, y listán negro, tintilla y vijariego negro. La gradación alcohólica mínima es de 12º para los tintos,
11º los blancos, 11,5º los rosados, 14º el dulce clásico y 15-22º para el vino de licor. La crianza dura dos años, de los
cuales al menos seis meses se realiza en envases de roble de 1.000 l de capacidad máxima. Los blancos de El Hierro son vinos
con cuerpo, nervio y personalidad, dorados con tonos verdosos; los rosados son frescos, afrutados y consistentes, de matices
anaranjados; y los tintos tienen intensa coloración roja, son robustos y potentes, con calidez en boca y ligeramente tánicos.
Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-San Lúcar de Barrameda
Jerez, situado a orillas del Océano Atlántico, entre los ríos Guadalquivir y Guadalete,
comprende los términos municipales de Jerez de la Frontera, El Puerto
de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. Ocupa una superficie de viñedo inscrito de
23.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos ondulados, margosos y calizos, las célebres albarizas o tierras esponjosas, profundas
y con una excelente retención hídrica que favorece el desarrollo de las condiciones necesarias para garantizar la calidad
de las viñas. Es una región de clima meridional, influenciado por el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, que favorecen
los veranos e inviernos suaves, la humedad alta por su proximidad del mar, una alta insolación y abundantes precipitaciones.
El vino de Jerez está regulado por el Reglamento O.M. 2-V-77, BOE 12-V-77. La Denominación
de Origen distingue cuatro tipos de vinos: fino, amontillado, oloroso y dulce.
-El fino es de color oro pajizo pálido, aroma a avellana, suave y graduación
alcohólica entre 16 a 18º. Debido a la proximidad al océano se intensifica el proceso de crianza. Recibe el nombre de “manzanilla”.
-El amontillado es de color ambarino, con suave aroma a avellana y graduación
alcohólica elevada.
-El oloroso es de color oro oscuro, muy aromático, seco o ligeramente abocado,
de mucho cuerpo y graduación alcohólica elevada.
-Los dulces, como “Pedro Ximénez” y “moscatel”, son
de color caoba, matiz aterciopelado y muy dulces; y los conocidos como “cream” son muy parecidos a los olorosos
pero con el aroma de Pedro Ximénez.
Son vinos elaborados con variedades de uvas en las que la cepa predominante es la
palomino fino, que ocupa el 95% de la producción; el resto es para las cepas pedro ximénez y moscatel.
Los vinos de Jerez tienen una crianza mínima de tres años por criaderas y soleras,
en vasijas de roble, hasta que pueden ser consumidas. Los finos tienen una graduación alcohólica de 15,5º a 17º; los amontillados
de 16º a 18º; los olorosos de 18º a 20º; palo cortado y raya de 18º a 20º; y la manzanilla de 15,5º a 17º. Son todos ellos
vinos generosos, aunque en Jerez también se elaboran vinos dulces naturales.
La manzanilla es un tipo de vino elaborado en Sanlúcar de Barrameda, de color
pálido y sabor ligero. Sus cepas crecen en una zona que se beneficia del clima cálido y húmedo de la región. En su elaboración
interviene el manto o velo de flor que provoca la maduración, un proceso muy lento que le proporciona menor concentración
alcohólica, entre 15 a 17º C (el gran volumen de flor que conserva después de la oxidación,hace disminuir la cantidad de alcohol
que absorbe). En función del tiempo que el vino pasa madurando, la manzanilla se puede llegar a transformar en una manzanilla
pasada.
Jumilla
Jumilla, situada entre Albacete y Murcia, ocupa una superficie de viñedo inscrito
de 47.000 ha cuyas vides crecen en terrenos de relieve ondulado, sobre suelos calizos, sueltos y pedregosos. Es una región
de clima continental extremo, con veranos muy cálidos e inviernos muy fríos, y con precipitaciones escasas. Las poblaciones
más importantes de esta zona vinícola son Hellín y la propia Jumilla.
El vino de Jumilla está regulado por el Reglamento O.M. 19-V-75, BOE 30-VI-75, y O.M.
11-II-86 y BOE 13-III-86. El vino típico es el “jumilla-monastrell”, elaborado con la variedad de uva garnacha
tintorera. Las graduaciones alcohólicas van desde los 14-16,5º del tinto doble pasta, y los 14º-17º del tinto y rosado de
los vinos “jumilla-monastrel”; y los 12-14,5º del tinto doble pasta, los 12-15º del tinto y rosado, y los 11-15º
del blanco de los vinos “jumilla”. Los vinos dulces naturales, por su parte, tienen una graduación de 12,5-15º.
Están elaborados con variedades de uvas blancas merseguera, airén y pedro ximénez; y tintas monastrell (la principal cepa,
que supone un 90% del total de cultivo, con un fruto azulado muy oscuro), garnacha tintorera y cencibel. Los vinos de Jumilla
tienen una crianza mínima de dos años en envases de roble.
El vino jumilla-monastrell, criado en envases de roble, es robusto, con una elevada
graduación alcohólica y características olfativas amplias y marcadas. Jumilla también produce otro vino tinto elaborado a
partir de la mezcla de uvas monastrell y garnacha, un vino de gran extracto destinado a consumirse cuando es joven.
La Mancha
La Mancha, situada entre los términos municipales de las provincias de Albacete, Ciudad
Real, Cuenca y Toledo, forma una amplia extensión vinícola que destaca por el volumen de vino elaborado. Ocupa una superficie
de viñedo inscrito de 480.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos calcáreos uniformes. Es una región de clima estable y precipitaciones
variables que giran alrededor de los 400 mm al año.
El vino de La Mancha está regulado por el Reglamento O.M. 2-VI-76, BOE 6-VIII-76.
Produce vinos blancos y rosados, elaborados con variedades de uvas blancas airén, pardilla, verdoncho y macabeo, y tintas
cencibel, moravia y garnacha. La graduación alcohólica es de 11 a 14º en los blancos y rosados y de 11,5 a 15º en los tintos.
Los vinos pueden ser secos, abocados, semisecos, semidulces y dulces. Los vinos de La Mancha tienen una crianza de dos años,
de los cuales los tintos permanecen en barrica de roble al menos durante un año. La cepa blanca airén ocupa la mayor extensión
de cultivo; se poda muy corta y los sarmientos crecen rastreros, para retener la humedad del suelo. En La Mancha predomina
la producción de vinos blancos, francos y neutros, además de rosados. Los tintos son de grato paladar y suaves, aunque su
producción sigue siendo inferior a la de los blancos.
Esta zona ha sido, desde antiguo, una de las mayores productoras de vino del territorio
español en cuanto a volumen de litros. Los esfuerzos por mejorar la calidad de sus caldos se ha hecho ostensible en los últimos
tiempos, con resultados a menudo espectaculares.
La Palma
La D.O. La Palma está situada en varias subzonas localizadas en la isla del mismo
nombre: Norte-Vinos Tea, Hoyo de Mazo-Las Breñas y Fuencaliente-Las Manchas. De inequívoca naturaleza volcánica, sus suelos
son profundos y fértiles, ricos en minerales y de textura media o fuerte. El clima benigno posee clara influencia atlántica
y se beneficia de los húmedos vientos alisios. La superficie de viñedo inscrito (unas 600 ha) se extiende por gran parte del
territorio insular en altitudes comprendidas entre los 200 y los 1.200 m. La subzona de Fuencaliente-Las Manchas, en la zona
suroccidental de la isla, es la productora de la mítica “malvasía”, y sus vides crecen en terrenos con capas de
cenizas volcánicas, algunos muy cercanos a las todavía calientes coladas lávicas. La subzona Hoyo del Mazo-Las Breñas, en
el borde oriental de la isla, cultiva sus vides en terrenos empedrados, adoptando formas de rastreras. La Zona Norte-Vinos
de Tea, por último, en la parte septentrional de la isla, cultiva sus vides en diminutas parcelas, ocultas entre árboles.
El vino de La Palma está regulado por el Reglamento O.M. 17-6-94, BOE. 5-7-94. Produce
vinos tintos, blancos, rosados, tintos, malvasías, dulces y vinos de tea. Se elaboran con uvas blancas gual, malvasía y verdello
como variedades principales, y albillo, bastardo blanco, bermejuela, bujariego, burrablanca, forastera blanca, listán blanco,
moscatel, pedro ximénez, sabro y torrontés; y tintas negramoll como variedad principal, y almuñeco (listán negro), bastardo
negro, malvasía rosada, moscatel negro y tintilla. La crianza se elabora con añadas (sistema mixto madera-botella) en un período
mínimo de dos años, de los cuales seis meses se efectúan en envases de roble con una capacidad de 1.000 l. La gradación alcohólica
mínima es de 11-14,5º para los blancos, 11-13º para los rosados, 12-14º para los tintos, 15-22º para el malvasía clásico,
14-16º para el malvasía seco, y 15-22º para el dulce y el vino de tea. La cepa malvasía, que tanta fama dio antaño a los vinos
canarios, ha sido recuperada afortunadamente, y produce unos elegantísimos, amplios y de inigualable personalidad malvasías
secos, y exquisitos y sofisticados malvasías dulces. También se producen vinos rosados y tintos, aunque en escasa medida.
Lanzarote
La D.O. Lanzarote se extiende por toda la isla del mismo nombre, en el archipiélago
canario (en el 2000 eran 2.170 las hectáreas cultivadas). De clara naturaleza volcánica, la escasez de lluvia y la necesidad
de proteger al viñedo del abrasador viento sahariano ha dado lugar a una de las más peculiares y costosas viticulturas existentes,
ya que pata cultivar la vid deben practicarse grandes hoyos en forma de conos invertidos para que la cepa pueda hundir sus
raíces en el terreno, salvando la espesa capa volcánica, lo que obliga asimismo a unas penosas labores de cultivo exclusivamente
manuales. El clima se caracteriza por una extrema escasez de lluvias, gran luminosidad y suavidad térmica constante, exceptuando
cuando aparece el viento africano antes mencionado; para ofrecer una protección más efectiva contra éste es muy habitual que
se construya un pequeño murete alrededor de cada cepa con piedra volcánica de hasta 70 cm de altura, lo que confiere al paisaje
de la isla un característico aspecto.
El vino de Lanzarote está regulado por el Reglamento O.M. 6-6-94, BOE. 16-6-94. Produce
vinos blancos, rosados, tintos, dulces clásicos y vinos de licor, elaborados con uvas blancas malvasía, principalmente, además
de breval, burrablanca, diego, listán blanca, moscatel y pedro ximénez; y tintas listán negra (negra común) y negramoll (mulata).
Las gradaciones alcohólicas van de los 10,5-14,5º para los blancos, 11-14º para los rosados, 11-14,5º para los tintos, y 15-22º
para los dulces clásicos y vinos de licor. La crianza se realiza por añadas (sistema mixto madera-botella) en un período mínimo
de dos años de los cuales seis meses se efectúan en envases de roble con una capacidad máxima de 1.000 l. Su producción más
destacable es el cultivo de la exquisita malvasía, joya de la viticultura lanzaroteña, con la que se elaboran finísimos y
equilibrados blancos, rotundos y complejos tintos jóvenes, crianzas de enorme personalidad y excelentes dulces, a los que
acompañan los elaborados con uva moscatel. Las uvas diego y listán blanco producen, asimismo, buenos blancos jóvenes secos,
y con listán negro y negramoll se consiguen tintos jóvenes e interesantes tintos de crianza, así como rosados.
BODEGAS DE VINO ITURBIDE
Málaga
Málaga, situada en la provincia de homónima, está repartida entre tres zonas: dos
costeras y una interior. Ocupa una superficie de viñedo inscrito de 12.000 ha cuyas viñas crecen tanto sobre las laderas de
las colinas que se asoman al mar, donde se da un clima suave (con temperaturas que rondan una media de 16-18º y precipitaciones
que no pasan de los 500 l/m2), como en las zonas del interior, donde se da un clima continental con inviernos y veranos cortos
(con precipitaciones entre los 400 y los 500 mm).
El vino de Málaga está regulado por el Reglamento O.M. 16-XI-76, BOE 21-XII-76. Produce
vinos dulces y semidulces como “lágrima” (de gran finura y suavidad), “Pedro Ximénez” (vino dulce
elaborado enteramente con la uva del mismo nombre, de color caoba con reflejos rojizos) y “málaga dulce” o “moscatel”
(vino de postre, de color amarillo y ámbar oscuro, que ha cosechado gran fama y es muy apreciado), todos con una graduación
alcohólica de entre 15 y 23º; también se elaboran otros tipos, como “crema”, “pajarete”, “sweet”,
“cream”, “brown”, “dunkel” y “golden”. Los vinos de Málaga tienen una crianza
por criaderas y soleras, o bien mediante envejecimiento en envases de roble con una capacidad no superior a 800 litros. La
crianza nunca será inferior a dos años.
Méntrida
Méntrida, situada en una zona de producción localizada al norte de Toledo, ocupa una
superficie de viñedo inscrito de 33.000 ha cuyas vides crecen sobre terrenos de superficie arenosa. Es una región de clima
continental, con inviernos fríos y veranos muy secos, y precipitaciones irregulares que pocas veces alcanzan los 400 mm anuales.
El vino de Méntrida está regulado por el Reglamento O.M. 2-II-76, BOE 24-II-76. Produce
vinos tintos de doble pasta y tintos con graduación alcohólica de 14 a 18º; y rosados de 13 a 18º. Las variedades de uvas
utilizadas son tinto aragonés (o garnacha), tinto madrid (o tinto basto) y cencibel (o tinto fino), todas ellas tintas en
una proporción de 80% del terreno para la primera y un 20% para las otras dos. Los vinos de Méntrida tienen una crianza mínima
de dos años en envases de roble. Los tintos son muy sabrosos, ricos en taninos y materias colorantes, muy frutosos; los rosados,
por su parte, tienen aroma afrutado y agradable color, excelentes al paladar. Todos ellos tienen una graduación alcohólica
elevada.
La producción total de esta Denominación se eleva a unos 250.000 hectólitros anuales.
Mondéjar
Mondéjar, situada en el suroeste de la provincia de Guadalajara, ocupa una superficie
de producción de 4.500 ha de viñedo que crecen en la Depresión del Tajo, en su tramo oriental (convertido en un enorme embalse,
el llamado “Mar de Castilla”), en una zona de transición entre el borde meridional de la Alcarria y la Mesa de
Ocaña. La geomorfología de la zona se caracteriza por formaciones tabulares y extensas rampas de erosión con amplias llanuras
arcillosas. La altitud media de la zona, considerable (800 m), y su climatología mediterránea templada se unen a unas precipitaciones
medias de 400 a 600 mm y a unas temperaturas extremas bastante rigurosas (con extremos de 40 y –10º C) para definir
las especiales características de la zona. Sus suelos son de color rojizo, con texturas medias, pobres en materia orgánica
y nitrógeno, y ricos en caliza y potasio.
El vino de Mondéjar está regulado por el Reglamento O.M. 11-3-97, BOE. 24-3-97. Produce
vinos blancos, rosados, claretes y tintos. Las variedades de uvas utilizadas son tintas cencibel (la principal) y cabernet
sauvignon, y blancas malvar (la principal), macabeo y torrontés. La graduación alcohólica de sus caldos es de 10º para los
blancos y 11º para los tintos y rosados. La crianza mínima es de dos años, de los cuales al menos seis meses transcurre en
envases de roble con una capacidad aproximada de 225 litros. Los vinos más característicos de la Denominación son sus personales
blancos y tintos, aunque también produce claretes y rosados.
Monterrei
La D.O. Monterrei se sitúa en el sur de la provincia de Orense y ocupa una superficie
de viñedo que se acomoda en su mayor parte en una zona muy llana del valle que riega el río Támega, antes de cruzar la frontera
con Portugal. Por sus características físicas, la comarca responde de manera ejemplar a la idea de una denominación de origen
bien definida y con fuerte personalidad; los suelos son profundos y fértiles, de sedimentación no muy antigua, y el clima,
marcadamente mediterráneo, inusualmente seco para encontrarse en la comunidad gallega, con veranos cálidos que favorecen el
desarrollo de las viñas.
El vino de Monterrei está regulado por el Reglamento O.M. 19-1-96, BOE. 3-2-96. Produce
vinos blancos y tintos frescos, de aroma afrutado, con una graduación alcohólica que va desde los 10º para los blancos y tintos
y 10,5 y 11º para los tintos y blancos superiores, respectivamente. Las variedades de uvas utilizadas son doña blanca para
los blancos; y godello, treixadura, mencía y merenzao como variedades preferentes para los tintos, además de gran negro, garnacha
tintorera y palomino.
Montilla-Moriles
Montilla-Moriles, situado al sur de la provincia de Córdoba, ocupa una superficie
de viñedo inscrito de 18.500 ha cuyas vides crecen sobre terrenos calcáreos situados a 300 y 600 m de altitud. Es una región
de clima mediterráneo, con influencia continental.
El vino de Montilla-Moriles está regulado por el Reglamento O.M. 12- XII-85, BOE 27-XII-85.
Los vinos producidos son, sobre todo, generosos con crianza, aunque también se producen dulces naturales, blancos y algunos
sin crianza; los más significativos son los siguientes:
-finos de color pálido, secos y ligeramente amargos, con cierto aroma almendrado y
elevada graduación alcohólica (14-17,5º).
-amontillado, seco, de intenso aroma a avellana, color ámbar u oro viejo y graduación
alcohólica de 16 a 22º
-olorosos, aterciopelados y aromáticos, de color caoba y graduación alcohólica de
16 a 20º (esta última graduación la adquiere cuando envejece)
-palo cortado, de aroma semejante a los amontillados y de sabor y color como los olorosos,
de graduación alcohólica de 16 a 18º.
-rayas, similares a los olorosos pero con menor paladar y aroma, de graduación alcohólica
de 16 y 20º.
-vinos dulces naturales, como “Pedro Ximénez”, de color rubí y muy rico
en azúcares.
-blancos, sin envejecimiento (de graduación alcohólica entre 10 y 12º) y con envejecimiento
(de graduación alcohólica mínima de 13º).
-vinos sin crianza o “ruedos”, pálidos, secos y ligeros, con una graduación
alcohólica mínima de 14º.
Las variedades de uvas utilizadas son las blancas airén, baladí, moscatel y pedro
ximénez, esta última como variedad principal. Los vinos de Montilla-Moriles tienen una crianza por criaderas y soleras, durante
dos años como mínimo y en envases de roble con una capacidad máxima de 1.000 litros (exceptuando, claro está, aquellos vinos
que no se envejecen).
Navarra
La D.O. Navarra comprende cinco comarcas: Ribera Alta, Ribera Baja, Valdizarbe, Baja
Montaña y Tierra Estella. Es una región con un clima de influencia cantábrica y mediterránea; en la parte norte de la montaña,
los inviernos son fríos y húmedos, mientras que al sur el clima es más suave, seco y con menos precipitaciones.
El vino de Navarra está regulado por el Reglamento O.M. 26-VII-75, BOE 5-IX-75, y
O.M. 4-XII-90, BOE 13-XII-90. Produce vinos tintos, rosados y blancos; los más destacados son los tintos, sabrosos, con cuerpo,
buena capa y muy aromáticos cuando son jóvenes; y los rosados jóvenes, con aroma afrutado intenso, suave y excelente calidad.
Los tintos tienen una graduación alcohólica entre 10 y 14º, los rosados entre 10 y 13,5º y los blancos entre 10 y 12,5º. Están
elaborados con variedades de uvas tintas tempranillo, garnacha tinta y cabernet sauvignon como variedades principales, además
de graciano, mazuela y merlot; y de uvas blancas garnacha blanca, malvasía, moscatel de grano menudo, chardonnay y viura,
está última como variedad principal. Los vinos de Navarra tienen una crianza mínima de dos años, uno de ellos al menos en
envases de roble con capacidad máxima de 500 l.
Por su ubicación, clima y características geológicas, Navarra es una de las grandes
zonas viniculturas de España, que ofrece vinos de excelente calidad.
Penedés
Penedés, situada entre Barcelona y Tarragona, ocupa una superficie de viñedo inscrito
de 25.000 ha. Es una región de clima mediterráneo, muy variado y que produce una cosecha anual media superior a 1.200.000
hl.
El vino de Penedés está regulado por el Reglamento O.M. 7-IV-76, BOE 30-IV-76 y O.M.
30-IV-86, BOE 9-VI-86. Produce vinos blancos, rosados, tintos, de aguja y espumosos naturales de calidad. Los blancos y rosados
tienen una graduación alcohólica entre 9 y 13º, los tintos entre 10 y 14º, los de aguja entre 10 y 13º y los espumosos naturales
entre 10,8 y 12,8º. Están elaborados con variedades de uvas blancas macabeo, xarel-lo, parellada (montonec) y subirat parent;
y tintas garnacha, cariñena, monastrell, ull de llebre, samsó y cabernet sauvignon. Los vinos del Penedés, blancos, rosados
y de aguja, tienen una crianza mínima de seis meses y los tintos, de quince meses, con una primera fase en envases de roble
que se complementa con la crianza posterior en botella. Sus vinos blancos son frescos, afrutados, aromáticos, de graduación
alcohólica moderada y que sirven a veces de base para la elaboración de vinos espumosos de gran calidad; y sus tintos son
ligeros, suaves y aterciopelados, de carácter apreciable, aunque su producción es inferior a la de los anteriores.
Pla de Bages
Denominación que se sitúa en la provincia de Barcelona, en una zona de producción
que se asienta en una gran cuenca de erosión emplazada en el sector oriental de la Depresión Catalana, en las inmediaciones
de la ciudad de Manresa, con el río Llobregat como eje fluvial de la comarca. La tradición vitivinícola de la zona es muy
antigua; incluso se cree que su actual nombre proviene del latín Baccus, debido a la cantidad y fertilidad de las viñas
que aquí se cultivaban. La extensión del viñedo ocupa unas 500 ha, la mayoría cultivadas en espalderas, en altitudes que oscilan
entre los 200 y los 300 m, sobre terrenos arcillosos con texturas francas, de reacción básica y escaso contenido de nutrientes
y buenos niveles de caliza. El clima es mediterráneo, aunque con rasgos de continentalidad, debido a su situación interior
y a su orografía. Las precipitaciones medias oscilan entre los 500 y los 600 mm, y la temperatura media anual es de 13,5º
C.
El vino de Pla de Bages está regulado por el Reglamento O.M. 20-6-97, BOE. 8-7-97.
Produce vinos blancos rosados y tintos a partir de las variedades de uvas tintas cabernet sauvignon, garnacha tinta, merlot,
sumoll y ull de llebre (tempranillo); y blancas chardonnay, macabeo, parellada y picapoll. La graduación alcohólica de los
blancos es de 10º, la de los rosados de 10,5º y la de los tintos de 11,5º. La crianza, realizada con un proceso mixto de madera
y botella, es de al menos dos años, con un período mínimo de seis meses en envase de madera con una capacidad máxima de 1.000
litros.
Priorato
Priorato, situada en el interior de la provincia de Tarragona, es una D.O. cuyas vides
crecen sobre terrenos de laderas escarpadas y bancales pizarrosos de poca fertilidad y muy difícil cultivo. Es una región
de clima templado y seco, más fresco que en el litoral tarraconense.
El vino de Priorato está regulado por el Reglamento O.M. 19-V-75, BOE 26-VI-75. Produce
vinos tintos, rosados y blancos de graduación alcohólica entre 13,75 y 18º; generosos entre 14 y 18º; y rancios entre 14 y
20º. Los vinos están elaborados con variedades de uvas blancas garnacha blanca, macabeo y pedro ximénez; y tintas garnacha
tinta, garnacha peluda y cariñena. Tienen una crianza mínima de dos años en madera de roble, mientras que los rancios permanecen,
en cambio, cuatro años en barrica de roble. Sus vinos tintos son de color granate, robustos, de sabor denso y rico y aroma
muy intenso; los rancios, en cambio, perduran por la tradición local, y su lento envejecimiento en toneles les confiere una
personalidad característica que hace de ellos unos vinos ricos en sensaciones.
Rías Baixas
La D.O Rías Baixas está integrada por tres zonas de larga tradición vitivinícola y
gran fama en los mercados nacionales: el Valle del Salnés, en la margen izquierdo de la ría de Arosa; el Condado del Tea,
a lo largo de la ribera derecha del Miño; y El Rosal, en la cuenca más baja del Miño; cada una de ellas con sus propias singularidades
pero con similitud de suelos y clima. Es, pues, una D.O. única con tres subzonas bien definidas cuyas vides ocupan una superficie
marcada por los terrenos de relieve suavemente ondulado y valles soleados, con suelos bien drenados y fértiles. Es una región
de clima atlántico, con suaves temperaturas a lo largo del año, alta insolación y abundancia de precipitaciones.
El vino de Rías Baixas está regulado por el Reglamento O.M. 28-VII-88, BOE 2-VIII-88.
Produce vinos blancos y tintos jóvenes de alta calidad; debe destacarse especialmente el Albariño, elaborado exclusivamente
con la uva que lleva este mismo nombre. Otras uvas utilizadas en Rías Baixas son las blancas loureira blanca (o marqués),
treixadura, caiño blanco y torrontes; y las tintas caiño tinto, souson, mencía, espadeiro, loureira tinta y brancellao. Entre
los vinos blancos, además del Albariño, que tienen una graduación alcohólica mínima de 11,3º, destacan el Val do Salnés (elaborado
con un 70% de uva albariño), el Condado do Tea (elaborado con un 70% de albariño y treixadura) y O Rosal (elaborado con un
70% de albariño y loureira), todos ellos con una graduación mínima de 10º.
El Albariño, un excelente vino blanco que está considerado como uno de los mejores
del mundo, es de color amarillo paja con irisaciones doradas, potentísimo aroma elegantemente afrutado con matices incluso
florales, muy envolvente y sensual que se hace en boca amplio, carnoso y jugoso, con una amplia, elegante, potente y característica
vía retronasal frutosa. El resto de blancos, que por supuesto no desmerecen, poseen gran elegancia y son ricos en sensaciones
florales. Los tintos, que realmente tienen una escasísima representación, son buenos vinos para consumirlos jóvenes.
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En las siguientes páginas más de vinos
GENETICA
AGRONED Computer data base.
Genética
Genetics.
& Ciencia que se ocupa del estudio de la herencia biológica, y estudia la forma en
que los genes actúan y se transmiten de ascendientes
a descendientes.
Los seres vivos se encuentran en un continuo estado de adaptación a los cambios que se producen constantemente en su ambiente.
Las múltiples combinaciones que se pueden establecer entre las cuatro bases nitrogenadas del ADN (adenina, timina, guanina, y citosina) son la causa de los cambios producidos
en la composición genética de las poblaciones y de la diversidad de los seres
vivos. Estos cambios dan como resultado final el proceso de evolución de las especies, y como consecuencia de ésta los descendientes pueden ser
muy distintos de sus antepasados.
De creciente importancia son los estudios genéticos encaminados a prevenir la aparición de defectos físicos de tipo hereditario
en los descendientes antes de su nacimiento.
Historia de la genética
La historia de la genética es casi tan antigua como la humanidad. Desde bien temprano, el hombre ha podido observar que
un organismo vivo solo engendra otro semejante, y que tanto el macho como la hembra eran necesarios para producir hijos, a
los que trasmitían una serie de características, tales como el color de los ojos, el color del pelo, una nariz grande, etc;
además, en la organización social de la humanidad, la herencia biológica ha sido siempre un factor muy importante, determinando
la posesión de tierras, de riquezas y de poder.
Los antiguos egipcios ya sabían cómo producir frutos por fecundación artificial, mediante el cruzamiento de las flores
masculinas de una palmera datilera con las femeninas de otras. Desde épocas muy remotas, el hombre ha manipulado animales
domésticos y plantas, mediante la reproducción selectiva, para mejorar ciertas características en beneficio de una mejor alimentación.
La observación de ciertos animales o plantas daba lugar a la fabulación de leyendas que intentaban dar una explicación
sobre la existencia de ciertos individuos. Así por ejemplo, los primeros naturalistas explicaban que el camello y el leopardo
se apareaban de vez en cuando, para dar lugar a un animal tan extraordinario y tan poco común como la jirafa; y de hecho,
la jirafa común aún lleva el nombre científico de Giraffa camelopardalis.
Las primeras teorías sobre la herencia fueron expuestas por Hipócrates (460-377 a.C.), para el cual existían una especie de semillas repartidas por todo el cuerpo y que se
transmitían a los hijos en el momento de la concepción, por lo que éstos se parecían a sus padres. Un siglo después, Aristóteles rechazó estas teorías y propuso otras que permanecieron
durante mucho tiempo vigentes. Según él, el semen de los machos podía contener partículas heredadas de generaciones pasadas;
en la fecundación se producía una mezcla del flujo masculino con lo que él llamó el semen femenino (flujo menstrual),
y a partir de esa mezcla se formaba la carne y la sangre de los individuos.
Hasta el siglo XVII no aparece la teoría de la generación espontánea, según la cual algunas formas de vida, como moscas o gusanos, pueden surgir espontáneamente en el polvo
o en el cieno. Así, los ratones se desarrollan a partir de los granos húmedos y los piojos de las plantas se condensaban a
partir de una gota de rocío. Esta teoría permaneció vigente hasta que Pasteur, en 1864, demostró que los microorganismos aparecían por causa del aire contaminado y no espontáneamente,
como sostenían sus opositores.
En 1672, el holandés Reiner Graaf describió
los folículos producidos por los ovarios, que hoy en día llevan su nombre, pero fue en 1827 cuando Karl Ernst von Baer descubrió el huevo (óvulo) en el interior de los
folículos de De Graaff. Por aquella época había dos tendencias: por una parte, los espermistas, que afirmaban que en el líquido
seminal del macho visto en el microscopio existían unas criaturas diminutas denominadas humúnculos u hombrecitos, y
por otra parte, los ovistas, que afirmaban que era el huevo femenino el que contenía el futuro ser humano en miniatura, y
los animáculos del macho sólo servían para estimular el crecimiento del huevo.
Los posteriores estudios realizados están muy ligados a la explicación de la evolución de las especies. Así por ejemplo,
Lamarck en 1809, admite la influencia del
medio sobre el desarrollo de los órganos de los animales y sostiene que esos caracteres adquiridos se hacen hereditarios,
como ocurre con el cuello largo de la jirafa. La evolución, según Darwin, se produce cuando la selección natural actúa sobre los caracteres que pueden ser heredados, por tanto las mutaciones son para él responsables de la evolución de las especies.
La hipótesis más aceptada en el siglo XIX fue la de herencia por mezcla, de tal forma que al unirse los óvulos y espermatozoides
se produce una combinación, cuyo resultado es una mezcla equitativa de ambos. Por ejemplo, la descendencia de un animal de
pelo blanco con otro de pelo negro sólo podría ser gris, y su progenie también lo sería pues, al mezclar el material hereditario
blanco y gris, éste ya no podría volver a separarse. Evidentemente, esta teoría era incompatible con los estudios sostenidos
por Darwin sobre la selección natural y las
variaciones hereditarias.
Sin embargo, fue también durante la primera mitad del siglo XIX, cuando se realizaron los primeros estudios de la transmisión
de los caracteres biológicos en plantas.
Gregor Mendel es el verdadero fundador de la genética y sus experimentos de hibridación, realizados en el jardín de un monasterio del
que llegó a ser abad, llevaron a una nueva comprensión del mecanismo de la herencia biológica y al nacimiento de la genética
como ciencia. Así, el concepto de mezcla fue reemplazado por el concepto de unidad.
Mendel realizó sus experimentos con el guisante común (Pisum sativum), una planta fácil de cultivar y de rápido
crecimiento. Mendel demostró que la herencia de los caracteres, por él estudiados, era debida a la trasmisión, efectuada según
unas leyes establecidas por él mismo, llamadas leyes de Mendel, de unas unidades que se redistribuyen en cada generación, a las cuales denominó Elemente y que hoy
son conocidas como genes. (Véase Genética mendeliana).
Mendel publicó sus resultados en 1866, pero éstos pasaron desapercibidos durante 35 años, hasta que en 1900 su trabajo
fue redescubierto independientemente por tres científicos a la vez ( De Vries, Correns y Tschermak). A partir de entonces, fue también comprobada por otros investigadores mediante
experimentos realizados tanto en plantas como en animales.
Gracias a los avances en microscopía, en algunas disciplinas como la citología, se realizaron grandes progresos; de tal forma que durante este período, se descubrieron los cromosomas y también se observaron sus primeros movimientos
durante la mitosis celular, así como el proceso
por el cual se forman los gametos, que son los portadores de la información genética que se trasmite a la siguiente
generación (ver Gametogénesis).
Los experimentos realizados en la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) realizados por Thomas Hunt Morgan y sus colaboradores, ayudó a establecer la teoría cromosómica de la herencia. Estos investigadores
propusieron que los factores hereditarios se disponían de forma lineal en los cromosomas. Posteriores investigadores contribuyeron
a la afirmación de que los genes están en los cromosomas y, por tanto, los genes que están en el mismo cromosoma tienden a
heredarse juntos, por lo que se denominan genes ligados.
Posteriormente, se aceptó que los genes son los responsables de la síntesis de proteínas, sosteniendo la teoría un gen-una
enzima, y por tanto, al alterar la secuencia de nucleótidos de un gen faltaría una enzima determinada (véase Biosíntesis
de proteínas en la voz Biosíntesis).
En 1954, Watson y Crick descubren la estructura del ADN, que representa el soporte del
material hereditario. A partir de este momento se realizan numerosos estudios sobre replicación, biosíntesis de proteínas,
biosíntesis de ARN, etc. Posteriormente, Francis Jacob y Jaques Monod demostraron la existencia de un sistema de regulación
genética, en el que intervienen los denominados genes estructurales, genes reguladores y genes operadores
(véase La hipótesis del operón en la voz Genética molecular).
La aportación de los conocimientos genéticos combinados con los de otras ciencias, como bioquímica, fisiología, etc., han
supuesto decisivos avances para la comprensión del fenómeno de la vida y la evolución de los seres vivos. La genética molecular
y la ingeniería genética permiten modificar a voluntad el material genético de un organismo vivo.
Ramas de la genética
Genética cuantitativa
Estudia los caracteres continuamente variables, tanto en cantidad como en extensión. Estos caracteres pueden estar bajo
la influencia de numerosos genes (herencia poligénica), así como de las influencias del medio. Cuando se combinan ambos
casos se tiene una herencia multifactorial. El efecto de esos genes sobre un determinado carácter puede ser diferente,
además, los genes pueden interactuar entre sí.
Ejemplos de caracteres estudiados por la genética cuantitativa son el peso, la altura o el grado de pigmentación.
Genética humana
Estudia la herencia biológica del hombre. Básicamente, se trata de un estudio entre las semejanzas y diferencias hereditarias
de los humanos, las causas que lo producen y la forma de transmisión.
Es bien sabido que muchas enfermedades tienen un componente genético muy importante, entre ellas el cáncer; por ello, existe un gran interés en el estudio e identificación
de genes implicados en enfermedades específicas. Sin embargo, las limitaciones que existen en el estudio de la genética humana
son grandes, en relación con otras especies. Los experimentos de cruce, llevados a cabo tan fácilmente con guisantes, no son
posibles con seres humanos. Por ello, numerosas interpretaciones admitidas en el estudio de la genética humana proceden de
experimentos realizados en animales y plantas.
Uno de los grandes booms de la genética se está produciendo actualmente con el denominado Proyecto Genoma Humano,
proyecto coordinado por numerosas instituciones que se inició en 1990 con el fin de obtener el genoma humano completo (construir
un mapa de cada cromosoma), y en abril del año 2000 ya se había conseguido secuenciar todo el genoma completo, el cual está
formado por 50 millones de fragmentos de ADN; ahora queda la tarea más difícil que es la de ensamblar esos 50 millones de
fragmentos. (Véase el artículo del Genoma).
La genética humana consta básicamente de tres bloques muy importantes: genética de poblaciones, genética bioquímica y citogenética.
Genética de poblaciones
Estudia los caracteres hereditarios y su frecuencia en grandes muestras de poblaciones de una especie. Incluye los estudios
de frecuencias génicas, genotipos, fenotipos y sistemas de cruces. Mediante el cálculo estadístico,
se han establecido importantes conclusiones respecto a la heredabilidad o la frecuencia de ciertos caracteres en una determinada
población.
En 1908, un matemático inglés y un médico alemán establecieron la ley de Hardy-Weinberg, según la cual en una población
ideal, con un apareamiento al azar, sin mutaciones, selección ni migración diferencial, la frecuencia de alelos para un locus
determinado se mantendría igual en sucesivas generaciones; la frecuencia de los genotipos alcanza el equilibrio (veáse el
apartado Mecanismo de evolución: Poblaciones en el artículo de Evolución
biológica).
Por lo tanto, si dos alelos de un gen autosómico
(A y a) se presentan en una población con una frecuencia p y q respectivamente y p + q = 1, en la próxima generación la frecuencia
de los genotipos AA, Aa y aa será p2, 2pq y q2 respectivamente, y permanecería constante de generación en generación.
Son muy numerosas las consecuencias que se derivan de este equilibrio genético. Una nueva dimensión de la genética de poblaciones
comprende el estudio de los factores que intervienen en la evolución biológica y concretamente en la humana (véase Evolución humana).
Genética bioquímica
Estudia la variación hereditaria con respecto a las características bioquímicas.
De los caracteres más estudiados han sido los grupos sanguíneos y los antígenos implicados
en rechazo de transplantes, puesto que ambos están determinados por componentes genéticos. La inmunogenética es precisamente
la rama de la genética que estudia las relaciones entre la inmunidad y los factores genéticos en la enfermedad. (Ver Sistema inmune).
Los grupos sanguíneos constituyen un estudio muy importante en la genética humana, por su contribución al establecimiento
de los principios genéticos y por su importancia clínica en las transfusiones sanguíneas y en los casos de incompatibilidad
entre la madre y el feto. Adquiere también gran importancia el estudio de las proteínas plasmáticas, que permiten establecer
diferencias hereditarias entre los individuos.
Existen, en el organismo, muchos trastornos bioquímicos, debidos a la ausencia de una determinada enzima o a algún defecto en su elaboración. Estos procesos metabólicos
están genéticamente regulados y actualmente son objetos de importantes estudios. Entre las enzimopatías más destacadas se
encuentran la galactosemia y la alcaptonuria.
Citogenética
Estudia las estructuras y los mecanismos celulares relacionados con la genética. Analiza profundamente los cromosomas,
pues se encuentran en el núcleo de la célula y contienen los genes que son los portadores del material hereditario.
Esta rama de la genética está teniendo un gran éxito, sobre todo por la utilización de nuevas técnicas, tales como cultivos
in vitro de tejidos y de sangre, que permiten obtener células en división o mitosis, principalmente en la etapa de metafase, que es donde mejor se observan los
cromosomas, y así observar los posibles desórdenes estructurales o numéricos de los cromosomas.
Una de las alteraciones cromosómicas humanas más importante es el síndrome
de Down, que consiste en la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Otras enfermedades
producidas por alteraciones cromosómicas son: el síndrome de Klinefelter, con la presencia de tres cromosomas sexuales
(XXY); el síndrome de Turner, con un solo cromosoma sexual (X); o el síndrome de Edward, cuyos individuos poseen
un cariotipo de 47 cromosomas.
Genética fisiológica
También llamada fenogenética, estudia los efectos fenotípicos del material genético, es decir, los efectos que produce
sobre los caracteres y la morfología de los seres vivos.
Genética mendeliana
Realiza un estudio científico de la herencia, en relación y concordancia con las leyes de Mendel.
Los descubrimientos de Mendel dieron lugar al nacimiento de la Genética y hoy siguen vigentes muchas de sus afirmaciones,
si bien se han encontrado excepciones y variantes.
Mendel formuló dos grandes principios: el principio de la segregación, según el cual las características hereditarias
son determinadas por los genes, que se presentan en pares, un miembro de cada par heredado de cada padre; y el principio de
la distribución independiente, según el cual los alelos de un gen segregan independientemente de los alelos de otro
gen.
Mendel no conoció las estructuras biológicas responsables de la herencia; se conocieron años después, cuando la teoría
cromosómica de la herencia vino a afirmar la responsabilidad de los genes en la transmisión de los caracteres hereditarios,
y la localización de dichos genes en el interior de los cromosomas del núcleo
celular.
Véase el artículo de Genética mendeliana.
Genética molecular
Estudia los aspectos moleculares que subyacen a los mecanismos de la herencia, su expresión, regulación, variación y evolución.
Su método experimental consiste en aislar fragmentos de ADN, localizar en ellos los genes a estudiar, establecer en ellos
la secuencia de sus bases, y estudiar las secuencias codificantes, las no codificantes, y las reguladoras, así como las proteínas
que controlan la expresión de dichos genes.
Contrariamente a la genética mendeliana y a la genética clásica, la genética molecular parte del genotipo y deduce el fenotipo.
Véase el artículo de Genética molecular.
Temas relacionados
Ingeniería genética .
Biotecnología .
IBB.
Modificación genética de la levadura del vino un grupo de investigadores
del CSC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) estudia sobre
modificaciones genéticas de la levadura del vino para mejorar el aroma de las bebidas alcohólicas, pero especialmente el aroma del vino. El trabajo se basa en la modificación
genética de la levadura vínica Saccharomyces cerevisiae, empleada también para la elaboración de la cerveza o el
pan.
La levadura vínica Saccharomyces cerevisiae es un hongo celular que
presenta una gran capacidad para generar dióxido de carbono y etanol durante el proceso de fermentación. Una de las ventajas
con las que cuentan los investigadores a la hora de estudiar y manipular estas levaduras, es que se conoce su genoma, de ahí
que se hayan realizado miles de manipulaciones genéticas con los genes que la codifican.
Los
investigadores han conseguido modificarla genéticamente introduciendo el gen LIS en la levadura vínica, dicho gen es responsable
de codificar la enzima linalol linasa, que ha su vez es responsable de la síntesis del linalol, de este modo se consigue que
en el transcurso del proceso de fermentación la levadura sea capaz de producir novo linalol. Este componente está asociado
a los componentes del aroma afrutado y floral que pueda presentar un vino.
Lo que se ha conseguido con esta investigación, marca un antes y un después en los procesos de vinificación, ya que dependiendo de la variedad de uva, el perfil
aromático suele ser muy reducido por la escasez de terpenos. Aproximadamente existen unas 500 moléculas responsables
de conferir el aroma al vino, de todas ellas destacarían los terpenos que, hasta la fecha, eran compuestos comerciales
que algunas bodegas añadían a los vinos para conferirles un aroma más afrutado. Con la modificación genética realizada en
las levaduras el proceso es natural, no se realiza ningún tipo de añadido y se logra potenciar el aroma de aquellos vinos
que son fruto de variedades neutras en lo que respecta a la carga aromática.
Como decíamos al principio, la levadura vínica Saccharomyces cerevisiaes
también se utiliza para la elaboración de cerveza o pan, pero esta nueva variante podrá ser utilizada además en otras bebidas
alcohólicas otorgándoles mayores cualidades.
Con respecto al trabajo realizado, los investigadores utilizaron la variedad de uva
parellada, un tipo de uva blanca también conocida como martorella o masià. Los vinos resultantes de esta variedad suelen ser
de baja graduación alcohólica y sus aromasson delicados y con poco cuerpo.
Los investigadores realizaron diversas pruebas que mostraron que los niveles de linalol que presentaba el vino y que en un principio se encontraban muy por debajo de la detección olfativa, gracias
a las nuevas levaduras, lograron aumentar significativamente su aroma, logrando una correcta y acentuada detección olfativa.
El resto de las pruebas realizadas han mostrado que la modificación genética
no ha provocado ningún cambio en la capacidad fermentativa, es decir, las levaduras han mantenido el mismo ritmo de crecimiento,
producción de etanol o consumo de azúcar que las levaduras convencionales. Podría haberse dado el caso de que al haber introducido
el gen LIS alguna de sus otras características se hubiese alterado.
Es evidente que las modificaciones genéticas en las levaduras implicadas
en los procesos de vinificación continuarán para lograr mejorar aún más los vinos que se produzcan, de hecho, ya
hace varios años que se investiga con estas levaduras para mejorar algunos aspectos del vino, esto se puede comprobar en el
enlace del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA).
Las levaduras a la carta son un hecho y se podrán realizar distintos
tipos de vino a partir de un mismo mosto.
CSC (Consejo Superior
de Investigaciones Científicas)
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