1.
INTRODUCCIÓN Maquinaria agrícola, es la que se utiliza para labrar la tierra, plantar, cultivar y recolectar la
cosecha. Desde la antigüedad, cuando las civilizaciones comenzaron a cultivar plantas, el ser humano ha utilizado herramientas
para facilitar las labores agrícolas. Utilizaba herramientas puntiagudas para cavar y mantener la tierra aireada y objetos
afilados para cortar la cosecha. Estos útiles primitivos, modificados y desarrollados, son las herramientas manuales que todavía
se utilizan en cultivos a pequeña escala, como la pala, la azada, el rastrillo y la guadaña. También se han modificado instrumentos
más grandes como el arado y grandes rastrillos tirados por personas, animales o máquinas sencillas.
Véase Agricultura.
Gran parte de la tierra cultivable del mundo se labra todavía
con métodos tradicionales ya que la maquinaria moderna es cara. Los países ricos sí la utilizan extensivamente.
Las grandes herramientas agrícolas modernas, preparadas para los métodos de cultivo a gran escala, se mueven
mediante motores de combustión interna diesel o de gasolina. La herramienta principal de la agricultura moderna es el tractor.
Proporciona fuerza motriz a otras muchas herramientas que se pueden conectar a él, como moledoras, bombas y generadores eléctricos.
Las herramientas pequeñas, como los aspersores portátiles, suelen llevar su propio motor.
2. HERRAMIENTAS
PARA CULTIVAR Se han desarrollado muchos tipos de herramientas para
las labores de cultivo, como arar la tierra, sembrar, escardar, fertilizar y eliminar insectos y parásitos.
La tierra se abre con el arado para preparar los semilleros.
Éste consta de una pieza con forma de cuchilla, llamada reja, que corta el suelo, levanta, gira y orea la tierra. Los tractores
llevan dos o más arados para hacer varios surcos a la vez y así preparar más tierra de una pasada. Las gradas se utilizan
para allanar la tierra arada, y a veces para cubrir las semillas y los fertilizantes con tierra. La grada de disco, que tiene
discos afilados de acero, se utiliza para eliminar residuos antes de arar y para enterrar las malas hierbas durante la preparación
de los semilleros. También se emplean rodillos con ruedas en forma de U que rompen los terrones de suelo y mejoran la aireación
de la tierra para que absorba más agua.
Algunos cereales todavía se siembran a voleo, es decir, tirando las semillas al aire, aunque existen máquinas
sembradoras, que consisten en general en un gran depósito montado sobre unas ruedas y equipado con un agitador que las distribuye.
Pero las semillas distribuidas de esta manera no caen con frecuencia en el lugar adecuado para su germinación, por lo que
se suele sembrar con perforadoras que producen surcos continuos de profundidad uniforme. Otras herramientas especializadas
son las plantadoras, utilizadas en los cultivos que han de hacerse en hileras, como el maíz. Las plantadoras de maíz y otras
máquinas similares tienen una rueda distribuidora que recoge pequeñas cantidades de grano o separa las semillas para colocarlas
en la tierra.
Los fertilizantes se echan durante el invierno o un poco antes de la siembra. Los fertilizantes comerciales
se suelen distribuir, junto con las semillas, mediante perforadoras y plantadoras. El estiércol se distribuye mejor con un
propagador, que es un contenedor con una cinta transportadora en el fondo que arrastra el abono a un batidor que lo desintegra
y lo dispersa por el suelo.
Cuando la cosecha ha empezado a crecer, se utilizan los cultivadores
para eliminar las malas hierbas y orear la tierra. Los quemadores producen chorros de aire caliente que destruyen las malas
hierbas que crecen alrededor de la cosecha, y se pueden utilizar en cultivos en los que la planta tenga tallos fuertes que
resistan el calor, como el algodón. Otra manera de destruir las malas hierbas es con herbicidas químicos, que se aplican pulverizados
o en grano (véase Control de malas hierbas).
Los insecticidas se aplican a las plantas y al suelo en grano, en polvo o en forma de líquido atomizado (véase
Control de plagas). Se utilizan muchos tipos de máquinas para distribuir estos compuestos químicos por los cultivos. Estas
máquinas pueden ser independientes o accesorios del tractor. En los cultivos muy extensos, los pesticidas se esparcen pulverizados
con avionetas.
Los pesticidas químicos se han utilizado en casi todos los cultivos. Sin embargo, los estudios acerca de los
efectos perjudiciales que producen en el entorno han obligado a buscar otras formas alternativas de control de las plagas.
Por ejemplo, la rotación de cultivos previene que los parásitos de cierta planta se establezcan en la tierra. Otra manera
es introducir un organismo que aniquile los parásitos pero deje intactas las plantas. También se está avanzando en la ingeniería
genética para crear plantas que resistan más o sean inmunes a ciertos parásitos. Véase también Medio ambiente.
3. HERRAMIENTAS
PARA COSECHAR
Casi todos los cereales se cosechan con la trilladora
segadora o cosechadora. Es una máquina que arranca el fruto, separa las semillas y limpia el grano según se va moviendo por
el campo. El grano limpio se acumula en un depósito.
En el caso del trigo, la trilladora segadora corta las espigas
de los tallos y las descascarilla; las espigas pasan a un pelador que separa la piel del grano y éste pasa al depósito.
El heno se recolecta en varias etapas. Primero se corta a ras de suelo con una segadora; después se deja secar
al sol y se embala. La máquina para hacer balas levanta el heno hasta una cinta que lo transporta hasta una cámara, donde
se comprime y se agrupa en balas de 57 kg, que se sujetan con una cuerda fuerte o un cable. El heno verde, que se utiliza
como alimento para los animales, se corta con una segadora troceadora. El heno cortado se almacena en un silo y se deja que
fermente; este heno es un alimento muy nutritivo y no se deteriora. La alfalfa y otras leguminosas también se cortan a ras
de suelo y se dejan secar al sol; pero después se trocean hasta hacer una pasta que se divide en cubos, que se transportan
y almacenan con más facilidad que las balas.
Para recolectar grandes raíces y tubérculos como las patatas o la remolacha azucarera se utiliza maquinaria
especializada. Otras máquinas especializadas son las desmotadoras, que se utilizan para recolectar el algodón. Tienen unos
pinchos que giran, retuercen las fibras de algodón y las arrancan de las cápsulas. Después se deshacen las hojas de la planta
por procedimientos químicos. Hay variedades de algodón que se recolectan con unas máquinas que cardan las fibras y las almacenan
en un depósito. Cada vez más se van desarrollando máquinas recolectoras más eficaces. Véase también Desmotadora.
Para recolectar frutas y hortalizas se utilizan otras máquinas especiales. Por ejemplo, las ciruelas, cerezas,
nueces y albaricoques se recolectan agitando el árbol con una máquina que lo rodea; los frutos caen a una estructura que los
va acumulando. Además, los agricultores hacen uso de la ingeniería genética para crear nuevas variedades de frutos y hortalizas
más resistentes que permitan recolectarlos con máquinas. Por ejemplo, se ha creado una nueva variedad de tomate con la piel
más dura y, por lo tanto, más difícil de magullar.
Además de poder utilizar todas estas modernas máquinas en el campo, la electrónica proporciona a los agricultores
la posibilidad de automatizar muchas labores. Sigue aumentando el número de agricultores que utilizan ordenadores o computadoras
personales para almacenar datos, llevar la contabilidad de sus negocios y conectar con centros de información que ayudan a
solventar todo tipo de problemas que se presentan.
4. CONCLUSIONES
PRÁCTICAS El uso de maquinaria agrícola reduce sustancialmente la
mano de obra en las labores del campo. Ahora se necesita, por ejemplo, para cultivar y cosechar cereales y heno, menos de
la cuarta parte de la que se necesitaba hace unas pocas décadas. La mecanización, junto con la mejora de las variedades a
cultivar, técnicas y recolección más eficientes, ha permitido que un pequeño porcentaje de la población dedicada a la agricultura,
produzca lo suficiente para alimentar al resto.